Datos personales

Mi foto
Antiguo blog: http://pinupball.blogia.com/

jueves, 8 de diciembre de 2011

Para vivirla


Hay ciudades que permanecen en pie para vivirlas. Hay otras que lo hacen para ser visitadas. Zaragoza está entre las primeras. Tienes que vivirla, disfrutarla, pasearla. Tienes, y digo tienes porque es casi una obligación, que descubrir a su gente y compartir con ella un vino, una caña, una tapa y un buen puñado de sonrisas.
Yo estos días he regresado para seguir viviéndola un poquito más. Para seguir sonriendo un poquito más. Quizá peco de provinciana, o de conformada porque me fascinan los pequeños detalles pero si es así… bienvenidos sean los pecados.

Y para empezar a pecar, había que regresar al cabezo del Parque Grande – ahora, Parque Labordeta -. Era uno de esos lugares a los que acudía de adolescente a confesarme. A falta de confesionarios, allí tenía las copas de los árboles siempre dispuesta a escucharme. Allí he soñado despierta durante años, porque al cabezo se va a soñar y también a otra cosa acabada en “AR”…aunque en eso no entro si queremos que este blog siga siendo un lugar casto…
Estos días volví más que nada para comprobar que mis árboles seguían allí. Tan pacientes como siempre. Tan silenciosos. Tan discretos.


Había también que remover recuerdos y pasar por la puerta de lo que un día fue ZTV. Cuando todos llegamos con nuestra maleta cargada de buenos propósitos e ilusiones. El cartel sigue colgado de la pared, junto a la puerta, pero ya no queda nada. Nosotros ya no estamos y de lo que conseguimos juntos queda poquito. Se me pasó por la cabeza entrar a saludar a Viky - la de los cafés, las tortillas, las cervezas y los abrazos en los momentos duros – pero con los recuerdos hay que ir poco a poco.

Estos días he salido a pasear.
“¿Damos un paseo?
¿Por dónde?
No sé, un paseo…”
Y es que en Zaragoza se pasea sin rumbo. Se sale a la calle a caminar sin prisa, sin un destino claro. No vas aquí o allí, simplemente vas.

Y así, sin prisa, he caminado por el Parque Pignatelli, por el Tubo (lugar de culto para mi estómago), por un empolvado Paseo Independencia o por los entresijos del inmenso Belén que, a pesar de la crisis, Belloch ha vuelto a plantar en la Plaza del Pilar.

Alzando la vista en la calle Alfonso he visto que la que fue mi casa, mi pequeño pisito, ya lo han alquilado a otro inquilino. Sea quien sea se trata de un traidor que está usurpando un pedacito de mi pasado, ¡será perro! Y es que todo pasa, todo cambia. Solo nos queda adaptarnos y seguir viviendo al máximo Zaragoza y visitando otras ciudades con más pompa pero menos sonrisas.  

2 comentarios:

  1. Hay que ir a ver a Vicky... a ver si puedo pasar en Enero. Qué alegría verte otra vez dando a la tecla

    ResponderEliminar
  2. No peca de provinciano/a quien reconoce el amor a lo suyo, si no quien lo repudia.Aquel que quiere lo suyo puede contar que siempre será bien recibido.
    De Zaragoza y sus gentes que puedo decir, Zaragoza cálida, sus gentes acogedoras con un trocito de suelo que tine de todo y para todos.Es de esos lugares en los que puedes y tienes que ir despacito para saborearlo, es acogedor con el catalán, madrileño, avulense etc. en cada esquina encuentras un trocito de cada uno de los que han pasado por ella. Me siento orgulloso de mi ciudad, de esos que se dicen provincianos y no lo son y la aman y de todos que se sienten orgullosos de conocerla. Un abrazo para todos.

    ResponderEliminar